La Ruta, diseñando el camino…

Lógicamente quizá sea el aspecto mas importante: sin ruta no hay viaje.

Desde el inicio, tras decidir ir a Mongolia y puesto que el objetivo es realizar en moto tanto el camino de ida como el de vuelta, lo siguiente que nos planteamos es, ¿y por dónde vamos?. Nuestra ruta está diseñada principalmente por dos cuestiones fundamentales, el tiempo del que disponemos para realizarla y los lugares de interés que queremos ver y conocer.

Planificar Camino a Mongolia requiere un planteamiento muy amplio y pormenorizado, así como recabar la máxima información posible. Por delante tenemos unos veinticinco mil kilómetros y eso requiere cierta logística que coordine la mayoría de los aspectos del viaje.

Trazar la ruta correctamente es uno de los detalles mas importantes.

                                                                                          Figura Uzbeka

Bien, tras tener esto claro, tocó tirar de Google Maps y de Google Earth para hacernos una idea bastante exacta de cual debería ser el plan. Una vez visto el mapa y de contemplar varias opciones, finalmente decidimos lo siguiente:

Iniciaremos el viaje de Camino a Mongolia saliendo de Menorca dirección Barcelona. Lo haremos en ferry, pues es la opción mas viable para salir con las motos cargadas; no es una travesía muy larga, aunque sí tediosa, tan solo se ve mar y mar hasta que llegas a la península, no es como una navegación mas costera y por lo tanto mas entretenida.

Una vez allí, nos acondicionaran las motos en el concesionario oficial BMW Motorrad de Sant Cugat del Vallés, Motor Munich, que nos harán una revisión exhaustiva a las motos para dejarlas preparadas y listas para afrontar la gran aventura. Además, César Vique, su jefe de taller, siempre te da un plus de tranquilidad debido a que, probablemente, sea uno de los mejores mecánicos de motos BMW de España.

                                                                               Paso Montañoso, Kyrgzystan

Dos días después saldremos de Barcelona vía marítima de nuevo con destino a Génova o Savona (Italia), este dato está por determinar, pues dependerá de los horarios de los ferrys. Hemos decidido hacerlo así para evitar La Costa Azul, pues esa parte de Francia en verano soporta mucho tráfico además de tener un sin fin de túneles, a lo que además hay que añadir que también nos supone hacer unos cuantos kilómetros innecesarios ya que debemos conservar los neumáticos en la medida de lo posible. Una vez desembarcados pondremos dirección a Lviv (Ucrania), pasando previamente por Budapest. Recorreremos Ucrania y visitaremos sus ciudades principales como la citada Lviv, Kiev y Kharkiv. Tras estas ciudades entraremos ya en Rusia e iremos bajando hasta Volgogrado y Astrakhan para continuar descendiendo mientras bordeamos el Mar Caspio y nos aproximamos a nuestro siguiente puesto fronterizo, Kazakhstan.

                                                                                Ciudad de Samarkanda

Tras la salida del país Kazajo, pues el paso por esta parte del país es casi testimonial, se saldrá a través de la población de Beyneu y entraremos en tierras Uzbekas para también recorrer este bello país hasta llegar a dos de sus ciudades mas emblemáticas, Bukhara y Samarkanda. El viaje es largo y aprovecharemos para estar en esta última ciudad dos días, más o menos, es visita obligada por formar parte de la Ruta de la Seda y, por lo tanto, es recomendable detenerse en ella y dedicarle un tiempo pues encierra mucha cultura así como espléndidos edificios. Una vez emprendida la marcha de nuevo, lo haremos con destino a otro gran país. En este caso Kyrgzystan.

Entraremos por la frontera de Osh e inmediatamente pondremos dirección al Lago Song-Kul e Issyk Kul. Tras visitar estos hermosos puntos naturales volveremos a entrar en Kazakhstan y, a través de este país, comenzará la subida que nos ha de llevar a Semey y nuevamente a Rusia, en concreto a Barnaul; de aquí a Tashanta, frontera con Tsagaannuur, en Mongolia.

                                                                       Erdene Zuu, Kharkhorin, Mongolia

Este país es una región muy extensa, tanto, que puedes recorrerlo casi por donde quieras, pero eso sí, por pistas o caminos, pues las carreteras son casi inexistentes, aunque poco a poco parece que van asfaltando las zonas mas transitadas.

Nosotros tomaremos dirección sur, bajando hasta el Altay y luego la zona del Gobi. Rodaremos por esta parte de Mongolia para terminar en la milenaria Kharkhorin, antigua capital mongola. Una vez visitados los vestigios y templos que allí se encuentran nos dirigiremos a Ulán Bátor para dar casi por terminado el periplo Mongol.

Repondremos fuerzas y realizaremos alguna excursión que otra, sobretodo para visitar la que es la escultura equina mas grande del mundo, el gran Gengis Kan.

Una vez recorrido Mongolia llegará la hora de volver a Rusia, para ser exactos a Ulan-Ude, cerca del Lago Baikal. Para abandonar el país de las inmensas estepas, hemos decidido hacerlo por un pequeño parque nacional que hay al norte, el Tujiin Nars. Cerraremos por tanto de este modo la ruta de Mongolia, rodando con nuestras motos por un ancestral paisaje, testigo a buen seguro de alguna de las andanzas del gran conquistador.

                                                                                        Paisaje Kazajo

Por la frontera de Altanbulag nos adentraremos una vez mas en la vasta extensión Siberiana hasta llegar a nuestro primer destino, Ulan-Ude. Desde este punto las posibilidades de continuar con el viaje son varias, pero nosotros nos ceñimos al plan trazado y tomamos dirección a otro de los grandes puntos hidrográficos del planeta, el inmenso Lago Baikal, uno de los mas extensos y profundos del mundo. Bordeando su costa y mas tarde rodando paralelamente a los rios Angara y Belaya iremos hasta la ciudad de Angarsk y, desde aquí tras recorrer unos mil kilómetros, llegaremos a Krasnoyarsk.

                                                                                     Templo Mongol

A partir de ese punto estaremos en plena Rusia, teniendo por delante largas jornadas de moto para llegar a nuestras próximas ciudades, Novosibirsk, Omsk, Kazan o Novgorod, por citar algunas de ellas.

Sin duda alguna, esta parte de Rusia será una gran travesía también, un periplo que como colofón final nos va a llevar hasta la magnífica y colosal ciudad de Moscú. Esta gran urbe rusa nos acogerá durante algunos días, pues aquí deberemos realizar las pertinentes revisiones a las motos mientras que aprovechamos para visitarla y para admirar todo el esplendor y belleza del imperio Ruso. Tras estos pocos días de descanso y turismo cosmopolita abandonaremos definitivamente Rusia para irnos hasta la capital Bielorrusa, Minsk.

                                                                                    Ciudad de Moscow

También atravesamos este país y poco a poco nos iremos adentrando en centro Europa, pues el siguiente destino es Polonia. Desde Varsovia y con muchos kilómetros a nuestras espaldas, entraremos en la República Checa, muy probablemente por Ostrava que a su vez nos llevará hasta la localidad de Brno. Tras estas ciudades nos esperan aún algunas otras, como por ejemplo Viena o Graz en Austria. La ruta de vuelta será algo similar a la de ida; es decir, cogiendo un ferry de nuevo para que nos lleve a Barcelona desde Génova.

Una vez estemos en estos países y según andemos de tiempo veremos si nos podemos dedicar a visitar un poquito de cada uno de ellos o por el contrario debemos hacer tiradas largas para cumplir con el objetivo de llegar en el tiempo previsto, que mucho tememos que en esta recta final del viaje habrá que prescindir de excursiones lúdicas y dedicarnos a dar gas teniendo que dejar atrás, por desgracia, algunas de las ciudades mas bonitas de Europa.

                                                                                   Carretera Siberiana

Tras finalizar el viaje, que lo haremos en el punto de partida, Menorca, tendremos mucho trabajo por delante, con la edición de los vídeos, ordenar las fotos e ir escribiendo relatos que los acompañen… llegará la hora con toda esta información de, no sólo comenzar a confeccionar la guía que nos hemos propuesto realizar, sino también de revivir el viaje de nuevo y de empezar a soñar con el próximo…